Nos cuenta que Carla que ella y Mati se conocieron cuando ella empezó a trabajar para la empresa donde él trabajaba, aunque en distintas sedes y se conocieron en una cena de Navidad (en tiempos preCovid).

«Él siempre me recuerda que me miró durante toda la cena, ¡yo, ni me enteré! Y entre unas cosas y otras, en unas semanas estaba plantándose en mi casa y ahí, empezó todo.

El 31/12/2019, mientras pasábamos el fin de año y nuestro aniversario en Venecia, me pidió matrimonio en plena Plaza de San Marcos a las 12 de la noche. Dije que sí, claro, si no no estaríamos aquí.

Al volver del viaje nos pusimos a buscar wedding planner, para nosotros, la mejor decisión del mundo. Contábamos con casarnos en el primer semestre de 2021 para poder organizar todo con calma, con lo que no contábamos era con el COVID …

Empezaron unos meses de drama con cambios de proveedores, de localización… que derivaron en el cambio de fecha de la boda al 31 de diciembre. Es la fecha de nuestra boda, aniversario, nuestra pedida, nuestro todo. Pensamos que no llegábamos, sobre todo con la subida de la sexta ola en diciembre, pero llegamos, ¡y vaya si llegamos!

Todo lo sucedido nos enseñó a saber quién está realmente ahí, y nos trajo a personas maravillosas a nuestra vida. Si pudiese volvería atrás para no tomarme tan a pecho algunos comentarios o actitudes. Pero me quedo con lo vivido, que ese día pasa en un parpadeo. 

A las futuras novias les aconsejo que disfruten de los preparativos y que se centren en ellas y en su futuro marido, en su pareja y en lo importante para ellos. No en lo que quiera la suegra, el suegro, el tío, la tía o la hermana. La boda es suya y de nadie más, y por tanto tienen que hacerla y vivirla a la manera que quieran, ¡sea siguiendo protocolos, o no!»