Boda de Cristina y Rubén

Boda de Cristina y Rubén

por Cris

Cristina y Rubén se conocieron de niños en el pueblo de sus abuelos, Alcalá del Júcar en Albacete, donde se veían todos los veranos, pero no empezaron a salir hasta el año 2000. Cristina tenía 15 y Rubén 17 años.

Pasaron varios años separados pues Rubén vivía en Petrer, un pueblo de Alicante y Cristina en Valencia por lo que solo se veían los fines de semana y no todos, fue difícil pero lo consiguieron.

La pedida de mano fue en el pueblo. Nos cuenta Cristina que como todos los veranos en agosto estaban paseando por el puente que hay frente al castillo, y de repente Rubén se arrodilló y le dijo unas palabras muy bonitas: «en el mismo lugar que nos vio crecer, el mismo sitio donde todo empezó, como no podría ser de otra forma… ¿Quieres casarte conmigo?» Y por supuesto ella dijo que ¡sí! después de 18 años de novios.

 

La ceremonia fue civil y el banquete se celebró en Villa Delia, una villa mágica de las de verdad con unos jardines ingleses maravillosos. Nos cuentan que vieron muchos espacios pero en cuanto llegaron a Villa Delia supieron que era el lugar, sobre todo porque Cris se puso a llorar como una magdalena.  Los dos tenían claro que querían un espacio abierto en la naturaleza, y cuando lo vieron les enamoró.
Crearon un rincón de los recuerdos en el que aparecían fotos de todos los invitados de la boda, y en la parte baja crearon un bodegón con cajas en los que aparecían fotos de la boda de sus padres y abuelos.
Los colores de la boda eran tonos pastel: rosas, blanco, verdes y violetas y para romper algo de granate.
El vestido fue confeccionado a medida y totalmente al gusto de la novia en Aleste atelier. Alicia, la diseñadora respetó totalmente la idea que la novia tenía en mente. El vestido era de plumetti y crepe de seda con encaje en la espalda, en mangas y cintura, muy romántico y vaporoso, además de comodísimo.
El traje de Rubén era un tres piezas, también confeccionado a medida en Máximo Dutti. El novio eligió las telas y el estilo tipo vintage en color marrón grisáceo.

 

 

La novia quería el ramo muy romántico de estilo inglés, pues le encantan las peonias y las rosas Austin. Pidió que le mezclarán todo tipo de rosas, eucalipto, dalias.. y que fuese despeinado. Además llevaba atado un camafeo de madera con la foto de su abuela para que le acompañase también ese día.
Respecto a los detalles para los invitados, tenían muy claro que querían un regalo especial, que fuese acorde con la boda y que pudiesen dar uso. Después de mucho buscar encontraron el regalo perfecto, un USB que era una botellita de cristal con un mensaje dentro y lavanda, que venía en una cajita de madera con el sello de la boda. Dentro del USB estaban las canciones de la boda y una foto de la preboda.
Para el vídeo y la fotografía, se decantaron por un tipo de vídeo moderno, diferente y con un toque hípster. Les gustó mucho el estilo de Aloha, encajaba mucho con ellos y las fotografías son preciosas y muy naturales.

 

 

Respecto a las joyas, Cristina llevó un anillo de oro con una aguamarina de su madre, algo prestado y azul a la vez.
Los pendientes los diseñaron en la joyeria Argimiro son en oro rosa con piedras naturales y los colores a juego con la corona de flores preservadas de Tolula Handmade.
Fueron ellos mismos los que crearon las invitaciones pues están creando un proyecto porque quieren organizar y decorar bodas, además de encargarnos del diseño gráfico y papelería de la boda.
Tenían claro que querían que fuese efecto acuarela en tonos rosas y morados, por lo que eligieron un papel texturizado muy similar al papel de acuarela. El dibujo es un rombo que es su figura geométrica favorita, dos triángulos equilateros que representan la dualidad de la existencia, lo masculino y lo femenino, en el cielo y en la tierra. Y el dibujo de las flores eran rosas Austin y eucalipto a juego con el resto de la boda.
Abrieron el baile con la canción «Llegaste tú de Luis fonsi y Juan Luís Guerra». Era muy especial para ellos.
Como anécdota de la boda, cuando estaba Cristina leyendo sus votos, salió un perrito blanco precioso de la villa por la puerta bajó unos escalones y ¡se fue! La gente pensó que llevaba los anillos y se había desviado, pero lo cierto es que la villa pertenece a una familia y por lo visto se les escapó. ¡Fue el momento cómico de la boda!

 

 

¿Qué os ha parecido esta preciosa boda a la que no falta detalle?

 


PROVEEDORES:

VESTIDO DE NOVIA: Aleste Atelier | TRAJE DEL NOVIO: Massimo Dutti |  DECORACIÓN Y ORGANIZACIÓN: In Art Deco web: www.inartdeco.es |  FLORES: El taller de Clo | JOYAS: Argimiro Joyero | CORONA DE FLORES: Tolula Handmade | MÚSICA E ILUMINACIÓN: Cenval | MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: Noelia Martinez estilista | ZAPATOS: Ana Polo
FOTOGRAFÍA Y VIDEO: Aloha Estudio

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