Daniela y Alberto, como muchas parejas prometidas en 2019, estaban entusiasmados por la celebración de su gran día, su Boda. El 2020 iba a ser su año, cargado de emociones e ilusión. La organización del evento iba genial. Todo estaba dentro de los tiempos de contratación, proveedores acorde con lo que necesitaban, ideas claras e invitados avisados. Hasta que en Marzo de ese mismo año surgió un contratiempo que nadie esperaba.
“El bicho” como yo le llamo.
El maldito coronavirus que paró a un planeta entero, y por supuesto el sector bodas no se podía salvar. Esta boda, como muchísimas otras, tuvo que aplazarse. No una, sino 2 veces y sin idea de si iban a poder celebrarla. La ilusión iba disminuyendo mientras que las restricciones para festejar iban creciendo. Y parecía que nunca llegaba el momento de hacerla como ellos querían.
Recibí la llamada de Daniela súper agobiada, y por más que intentaba consolarla, no había consuelo para ella, pues desde pequeña soñaba con este gran día. Alberto, lo veía de otra forma. Lo importante era que se querían y tenía clarísimo que quería pasar el resto de su vida con ella con o sin restricciones por “el bicho”. Aun así, no terminaba de conseguir calmarla.
Fue entonces cuando su abuela Paquita, preocupada, habló con ella:
Paquita : ¿Cariño mio que te pasa? Daniela : Estoy agobiada. Es que con esto de la pandemia, no nos vamos a poder casar como queríamos!!
Paquita : Tranquila. Precisamente a mi madre le pasó igual que a ti. Esto no es la primera vez que ocurre. En 1920 también coleaba una pandemia y había que llevar mascarillas. La gripe Española la llamaban. Y ellos se casaron y fueron muy muy felices.
Daniela escuchando atentamente la historia que su abuela le estaba contando, tomó una decisión.
Daniela: Gracias abuela, ya sé lo que voy a hacer
Abuela : Claro cariño “Con Amor todo se puede”.
En ese momento Daniela se puso manos a la obra, me llamó y me contó su idea. Me encantó y nos pusimos a trabajar. Lo que parecía una catrástofe insalvable era todo un reto. Las ideas que tenía como wedding planner ya no parecían tan descabelladas. Era una gran oportunidad de hacer algo totalmente novedoso y acorde a ellos. Quedaban poco meses para su nueva fecha y todo tenía que salir genial y, por supuesto dentro de las estrictas medidas de seguridad.
Llegó el gran día, todo estaba preparado para la llegada de los novios a su celebración. Cada rincón, cada detalle, estaba como ellos habían imaginado. Una decoración y ambientación sensacional. Una espectacular alternativa a la convencional barra libre. Y un novedoso baile nupcial que dejó boquiabiertos a todos los asistentes. Hasta los invitados se implicaron 100% para que todo fuera tal y como ellos habían deseado.
Una boda pequeña pero maravillosa. Un sueño hecho realidad. Porque… “Con Amor, todo se puede”.
Texto: Hada Madrina Events