Isabella y Julia aman las flores, viven en Valencia, en la vieja casa de la abuela de Julia, un pequeño oasis de vegetación perdido en las montañas.
Habían cuidado ese lugar lleno de magia, lo habían llenado de vida y de color con sus flores, plantas y árboles.
Querían una boda íntima en casa, rodeadas de su mundo, una boda sencilla donde vivieran juntas cada momento, despertarse con caricias, vestirse juntas, y maquillarse en su baño rosa.
Era su momento, rodeadas de naturaleza, se declararían su amor, así como habían imaginado durante tanto tiempo, observando las flores de su jardín.
Se producía el Hanami, no querían que acabase ese mágico momento, querían atraparlo, luchar contra lo efímero y convertir su amor en eterno.
¿Y tú, celebrarías una boda íntima en casa?