La boda Art Nouveau de Ximo y Javi

La boda Art Nouveau de Ximo y Javi

por Cris

Ximo y  Javi son de esas parejas que con solo mirarse son capaces de detener el tiempo. Se conocieron hace cuatro años en una clase de Pilates y la conexión fue inmediata. Compartían su pasión por el arte y los viajes, y fue precisamente en un romántico viaje a París donde se prometieron.

El escenario que escogieron para darse el sí quiero no podía ser más perfecto, un hotel termal en Benicàssim con unas vistas privilegiadas.

Pero si algo tenían claro era que querían contratar a una Wedding Planner para que se encargara de que su boda fuera perfecta. Por eso un año antes se reunieron con varias empresas, hasta que dieron con las chicas de Lolita se va de fiesta.

El flechazo fue instantáneo, un auténtico amor a primera vista que hizo que esa primer reunión se alargara 4 horas, entre risas, planes de boda y conversaciones sobre su amor por los animales.

La conexión fue tan grande que antes de llegar a casa los novios les escribieron un whatsapp: “Ya  lo tenemos claro ¡sois vosotras!” Y así empezó un año de preparativos.

 

 

Cuando los novios les comentaron a las chicas de ‘Lolita se va de fiesta’ que querían una boda vintage, ellas tuvieron un momento de pánico. Y es que estaban saturadas de esas mal llamadas “bodas vintage llenas de cajas de madera, pizarras y paniculata.

Pero todo cambió cuando repasando los gustos y aficiones de los novios las Wedding Planner encontraron “la idea”.

Ximo había estudiado historia del arte y su gran pasión era la época Art Nouveau, una pasión que había contagiado a Javier. Así que la idea de que su boda estuviera inspirada en ese estilo les entusiasmó.

El gran problema con el que se encontraron sus Wedding Planner es que en Pinterest no había nada de inspiración para bodas estilo Art Nouveau, todo era Art Decó y ellos no querían una boda a lo Gran Gatsby.

En lugar de rendirse Lolita siguió buscando hasta que encontró un hilo con el que empezar a tirar, los increíbles carteles de Alfons Mucha, un pintor muy característico de la época al que los novios admiraban, de hecho tenían en su habitación decorada con las cuatro estaciones del artista.

Los novios querían que en el seating plan estuvieran presentes los famosos carteles de Alfons Mucha, y también que los invitados pudieran recoger los detalles de boda antes de entrar al banquete.

Así que para facilitar las cosas las chicas de ‘Lolita se va de fiesta’ decidieron unificar las dos ideas. Buscaron detalles para los invitados que estuvieran  acorde con la época, y el resultado fue una llave antigua junto con un reloj de bolsillo, que las mujeres podían llevar como colgante y los hombre como llavero. Colocaron los detalles en unas preciosas cajitas con el nombre de cada invitado, que estaban decoradas con una ilustración de la mesa que le correspondía. Además en la puerta del restaurante pusieron un precioso plano para facilitar la ubicación de las mesas.

 

 

 

Para la ceremonia Lolita diseñó una mesa en que personalizaron con las iniciales de los novios en vinilo dorado. Junto a ella pusieron unas estructuras  de madera decoradas con musgo para darle un aire de época. Además estas estructuras tenían una doble función, por un lado servían de elemento decorativo y por otro como  soporte para los rituales de la ceremonia, en una colocaron un reloj de arena y en la otra una caja con vino y unas cartas.

Los novios se sentaron en un precioso banco decorado con hiedra y ramas verdes. Ambos escogieron el mismo traje de Carlo Pignatelli pero en diferentes colores, Ximo en oro envejecido y Javi en azul noche. La chaqueta del traje era de cuello Mao con botones de pedrería, además llevaban un maravilloso chaleco brocado y  una preciosa corbata con broche.

A su llegada a la boda los invitados encontraban un precioso rincón de bienvenida colocado bajo unas exuberantes buganvillas. Allí les esperaba unas grandes copas llenas de Pai Pai, un globo terráqueo como libro de firmas y unas cajitas que contenían conos con confeti y arroz.

 

 

 

 

La pérgola donde se celebró el cóctel se decoró con unas cortinas de globos cristal con velas, que unida al verde natural del espacio, las  preciosas vista y el cuarteto de cuerda que amenizaba la velada, daban como resultado un ambiente mágico. Como colofón final un espectáculo de fuegos artificiales que se veían reflejados en el mar, sorprendió a todos los invitados.

Lolita se va de fiesta supo sacarle el máximo partido al salón del banquete, resaltando los dos rincones más espectaculares del mismo.

El reto era trabajar con sillas vestidas, y una mantelería y cristalería muy sencillas. Como la opción de alquilar otro tipo de material no era viable, Lolita apostó por transformar la apariencia del salón para conseguir ese efecto WOW que querían los novios.

Para los centros de mesa utilizaron unos candelabros altos, de los que se habían enamorado los novios, que la Wedding planner y la florista decoraron con verde, eucalipto, erikas , peonias burdeos, rosas blancas y melocotón. Completaban la decoración 5 porta velas de cristal en color oro rosa, y un marco a juego con la ilustración de Alfons Mucha que representaba esa mesa.

 

 

 

Las mesas de los niños se decoraron con unos soportes hechos con paraguas llenos de globos de los que colgaban unos unicornios dorados.

 

 

La idea principal de los novios era sentarse con sus padres, pero por problemas de salud tuvieron que optar por una mesa presidencial solo para ellos dos. La decoración de esa mesa fue aún más espectacular que la de los invitados. Estaba repleta de flores, con un precioso marco art nouveau que la Wedding Planner personalizó. Pero sin duda, la pieza más especial de la mesa, el centro de todas las miradas, era una auténtica lámpara Tiffany. Desde el principio los novios soñaban con tenerla en su boda, y cuando la suegra de la Wedding Planner se enteró, no dudó ni un segundo en prestársela a los novios para que presidiera su mesa.

 

 

La sala del banquete contaba con una preciosa chimenea con espejos, a la que Lolita decidió dar protagonismo decorándola con globos en color oro y blanco. Además sorprendió a los novios poniendo sobre la chimenea unas fotos que les hicieron en una de las pruebas del traje.

 

 

Justo al lado colocaron una deliciosa Candy Bar con una cuidada decoración compuesta por unas preciosas tarteras de oro rosa, plumas de pavo real y diferentes recipientes de cristal. Como los niños ya tenían caramelos, y además estaba el postre y la tarta, decidieron no cargar demasiado la Candy Bar.

 

 

Otro de los elementos que no podía faltar en esta boda era un divertido Photocall, que Lolita diseñó con cortinas brillantes y accesorios de la época. Sin duda fue una de las grandes atracciones de la boda.

 

 

Una de las anécdotas de esta boda es que coincidía con el cumpleaños de Lolita, la Wedding Planner. Por eso los novios decidieron sorprenderla con un ramo de flores que le entregaron mientras sonaba la canción de cumpleaños feliz.

 

 

El menú de la boda estaba compuesto por un entrante de tartar de atún rojo y aguacate con vinagreta de avellanas. Como plato principal solomillo de buey y foie de oca fresco con jugo de oporto y albahaca, seguido de un sorbete de pasto de trigo. De postre una deliciosa textura de fresones.  Y para finalizar la tarta nupcial que fue una Naked Cake con toques de oro comestible, peonias naturales y rosas color melocotón y blancas.

 

 

¿Has pensado ya cuál va a ser la temática de tu boda?


CRÉDITOS

Diseño y organización: LOLITA SE VA DE FIESTA |  Floristería: LA ROSA BLANCA | Fotografía:  PEDRO FLORO |  Vídeo: FILMAR-T CINEMA BODAS  | Hotel: TALASO HOTEL EL PALASIET | Tarta: MISSCUPCAKES  | Trajes:  PENHALTA


Texto: Lolita se va de boda.

 

 

 

 

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