Nos cuenta Mónica de Bokeh Estudio que Begoña y José prepararon su boda a conciencia y fue todo un éxito. Muchos detalles fueron realizados por las habilidosas manos de la novia, teniendo en cuenta la temática del campo y del olivo y su significado que vamás allá de su fruto; sus hojas, con un eterno verde, son símbolo de paz.
Y precisamente paz, y mucha alegría y emoción, es lo que se vivió en el Castillo de la Arguijuela, después de que se casaran en la iglesia de San Mateo, en pleno corazón histórico y monumental de la ciudad de Cáceres.
José se vistió en el Palacio de Oquendo mientras que Begoña lo hizo en el Parador de Cáceres, lugares con historia y encanto de la ciudad que es Patrimonio de la Humanidad, y en los que se vivieron momentos muy emotivos. Begoña es una gran amante de los animales y tras la pérdida, días previos a la boda de uno de sus mascotas, decidió llevarse consigo un recuerdo que le daría «suerte y fuerza», la correa de Xena, una bóxer con la que estuvo más de once años.
Y como no podía ser de otra manera, esos recuerdos dieron paso a otros momentos de celebración, sorpresas y fiesta, en un banquete rodeado de detalles hechos a mano y cómo no, de las mejores personas que no pueden faltar en un día tan único.
CRÉDITOS
Vestido novia: Franc Sarabia | Zapatos: Uniqshos | Joyas y tocado: tocados Le Touquet | Maquillaje: Eva Gil peluquería y estética | Flores: Karem arreglos florarles | Fotografía & Vídeo: Bokeh Estudio | Catering: Restaurante Torre de Sande | Cortijo: Castillo de la Arguijuela | Cuarteto: Amoniex | Grupo musical: Barragan eventos