Muchas veces en la vida las personas suelen dejar sus raíces para ir a superarse; tanto en el ámbito personal como profesional. Irse a vivir a un país desconocido no siempre suele ser lo que  imaginas, viene con sorpresas, con dificultades y con alegrías, pero lo más difícil siempre será no tener a tu familia cerca. Es justo ahí, en ese momento cuando tendrás la suerte de conocer esa familia «not by blood but by heart«-«no de sangre pero de corazón» .

La amistad muchas veces se convierte en familia cuando es sincera, desinteresada y valiente. No todos tienen el valor suficiente para ser un amigo, no todos sienten el compromiso que conlleva esta relación, y cuando chocas con personas que si tienen el coraje te das cuenta, que con tan sólo un «Yo confío en ti, puedes hacerlo», sientes ese apoyo familiar que tanto necesitas.

Esta historia, es el alma de este proyecto. En un evento tan importante como el día de tu boda, las damas de honor son tu «not by blood but by heart». Elegirlas es cuestión de momentos, los momentos que pasaron juntas, los momentos que se apoyaron, los momentos que bailaron, rieron, lloraron, el momento en que lo propones y te dicen: «Sí, quiero».

Gracias al apoyo de mis «damas de honor», he logrado tener el valor de crear este proyecto y llevarlo a cabo. Sin su confianza en mí, en mi trabajo y en las metas que soy capaz de alcanzar, no hubiese podido consolidar esta historia real. A veces nadie conoce que en nuestro «día a día» las damas de honor juegan un papel fundamental no solo en la boda, también en la vida.

Texto: Patricia Cortada Prieto